Terapia psicológica para adolescentes, adultos, parejas y familia en CDMX

Es un tratamiento basado en la colaboración y relación entre el paciente y el psicólogo. Su base fundamental es el diálogo, por lo que proporciona un ambiente seguro de apoyo donde el paciente se puede expresar libremente sin temor a juicios, ya que el terapeuta observa las situaciones de manera objetiva, neutral e imparcial.

Se trabaja en conjunto para identificar los patrones de pensamiento y conducta que le impiden al paciente sentir bienestar mental, emocional y físico. La terapia permite desarrollar herramientas y aprender nuevas destrezas para enfrentar con mayor objetividad y de forma constructiva cualquier desafío que pueda surgir en el presente y futuro.

Existen diferentes razones para acudir a terapia. Si tienes dificultad para concentrarte en actividades cotidianas, sientes preocupación excesiva, presentas constantes pensamientos negativos, existe dificultad para controlar el consumo de alguna sustancia y esa situación te daña a ti y otros, presentas síntomas de ansiedad, depresión, problemas de pareja, pérdida de algún ser querido, has pérdido el interés en cosas que antes disfrutabas, la percepción de tí mismo es desfavorable, tienes dificultad para expresar tus emociones y establecer límites en tu entorno, te aíslas de los diferentes entornos sociales, presentas alguna enfermedad crónica, sientes insatisfacción en alguna área de vida, o si sólo quieres cambiar tu estilo de vida, entonces es buena idea acudir a una valoración psicológica.

El tiempo del proceso depende del motivo de consulta, características y disponibilidad u objetivos del paciente. Sin embargo, se considera un mínimo de seis meses en proceso (una sesión por semana) para abordar los objetivos fijados al inicio del tratamiento psicológico. Hay situaciones o pacientes que pueden requerir procesos más extensos que van de 1 a 3 años, o más.

Se evidencia el progreso cuando sientes que has adquirido herramientas para enfrentar desafíos cotidianos, o cuando detectas que ha disminuido tu preocupación por el problema o situación por la cual solicitaste la atención psicológica. Puedes identificar estos avances entre la tercera y sexta sesión, posteriores a las primeras dos sesiones de evaluación psicológica.